domingo, 6 de noviembre de 2016

EL GRAN CORAZÓN DEL ENCLENQUE JOVENCITO


Tomado del libro: "El absurdo equipo que Dios eligió" - Nelson Durón

Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
1 Crónicas 28:20

Ha permanecido parado mucho tiempo. La silla del trono está desocupada. Su boca no ha mencionado palabras. No hay conjugación de verbos y sustantivos. No hay mandamientos especiales para ángeles ese día. No hay órdenes que cumplir. Las grandes voces celestiales entonaban, “Aleluya, Aleluya” Los barítonos, los tenores, los sopranos celestiales, todos están queriendo llamar la atención del rey. Pero Dios, no podía quitarle la vista a ese muchacho. Su mirada. Su media sonrisa dibujada en su rostro. Parecía disfrutar lo que miraba. Los ángeles no entendían porque le daba tanta importancia a ese jovencito. Pero conociendo a Dios, sabían que había algo diferente en él, “algo”, no comprendían aun, pero ese “algo” había cautivado la mirada del Creador.

Por otro lado. Un joven se encuentra en su rebaño. No es un famoso escritor, pero disfruta conjugar palabras. Tampoco es un músico profesional, pero entre sus labios se escucha melodías mientras hace su trabajo. Él es un pastor de ovejas. En su oficio, el mejor. Cuando un oso venía a invadir su rebaño y a hurtar sus ovejas, lo aniquilaba. Las ovejas sentían el calor de un verdadero protector, el aliento del valiente jovencito era suficiente para que la paz fuera parte del grupo por las noches. – ¿Tiene usted hijos? Ellos saben de qué estoy hablando. - Cuando un león rugía fuertemente queriendo intimidar al muchacho, solo quedaba con la intención, él lo derrotaba. Era todo un guerrero, aunque físicamente parecía un atractivo estudiante de secundaria. El joven pastorcito no tenía ni la más remota idea que los ojos de alguien importante estaban puestos en él. No imaginaba que El Creador del árbol de donde había salido su cayado lo estaba observando. Al pequeño David no se le cruzaba por la cabeza que el autor intelectual del que abrió el Mar Rojo tenía planes de un trono para él, que tenía asuntos que tratar con el mismo que hablaba con Abraham. En la mente de este pastorcito no cabe la idea de ocupar el palacio del rey. Puede defender ovejas, pero no sabe nada de defender a un pueblo entero. Conoce de cayados, pero no sabe nada de espadas. Ha permanecido mucho tiempo en el campo, pero nunca ha pisado un terreno de batalla.

¿Se imagina al niño que vende dulces en los semáforos, como un presidente? ¿Al muchachito que limpia los parabrisas en la gasolinera, como embajador? ¿Cómo los trataría si supiera que están destinados para un puesto tan importante? ¿Sus hermanos mayores lo tratarían igual? Nadie confía en que un enclenque muchacho ocupara la silla presidencial. Pero Dios sí. “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos”. Isaí, el padre de 8 hijos, NUNCA creería que uno de sus hijos sería llamado para ocupar el puesto de Saúl y menos el encargado de cuidar las ovejas. Usted tampoco creería para qué lo pueda utilizar Dios. Si Dios escribe lo que tiene en mente para cada uno de sus hijos en la tierra, usted no podría leer lo que ha escrito para usted; se desmayaría. ¿Qué ha hecho que usted deje de creer en usted mismo? ¿La burla? ¿Las caras de incredulidad cuando usted planteó su sueño con Dios? ¿Alguna vez sintió un llamado especial de parte de Dios? Estoy seguro que sí. Yo me pregunto, ¿qué cara habrán puesto los hijos de Isaí al ver que cada uno de ellos pasó sin ser elegido y el que menos esperaban fuera el centro de la reunión? La mayoría contaba con los recursos necesarios. Eliab hizo que los ojos de Samuel se abrieran y sus labios se despegaran. Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. 1 Samuel, 16:6. Samuel, un profeta elegido por Dios, quien habla con Dios, no tuvo la capacidad de ver con los ojos de Dios. Si Dios hubiese mandado a Samuel a ungir al que bien le pareciere, no cabe duda que Eliab es el indicado. Alto de estatura, su postura es la de un verdadero caballero, el gallo Claudio tendría que aprender de Eliab. ¿Le parece si lo elegimos? Lo siento, este no es elegido de Dios. Samuel también se sintió sorprendido, no lo culpe, usted también se vio atraído a elegir a Eliab. ¿Y qué te parece Abinadab? Preguntó Isaí. Mira sus bíceps: parece que un instructor de gimnasio. No es tan alto como Eliab, pero tiene habilidades sorprendentes. - Ah, sí, entiendo, ah… pero… tampoco es a quien Dios quiere, responde Samuel. - ¿Y Sama? Pregunta Isaí. Es un muchacho muy inteligente. Hazle cualquier operación matemática y Sama sabe responder; el palacio necesita a alguien que sabe poner a trabajar su cerebro. Sama es el adecuado. – Bueno… este… Isaí… lo siento, no es el indicado, contesta Samuel. – Isaí no estaba dispuesto a que el profeta se fuera sin ungir a uno de sus hijos. Para Samuel, la situación se estaba volviendo estresante. ¿Cómo se sentiría si estuviera en los zapatos de Samuel? Yo haría un espacio entre Isaí y yo para explicarle que soy un simple siervo de Dios, que sus hijos me parecen perfectos para el trabajo, que los ha rechazado por orden divina, que no lo tome a mal, que es un mandamiento de parte de Dios. Y para la tranquilidad de Isaí, le pediría a Dios que mandara una señal de “sí” y una señal de “no” para que todos entiendan que las decisiones vienen de lo alto.

Isaí hace pasar a los siete hijos de la reunión, y Samuel a todos les regaló el gesto de rechazo de parte de Dios, con un poquito de vergüenza de su parte. Espere ¿siete? ¿Acaso no mencionamos que Isaí es padre de ocho? Creo que alguien no fue convocado a la reunión. ¿Samuel está reunido con las personas equivocadas? No. Está en el lugar que Dios lo mandó, pero no está la persona a quien Dios mandó a ungir. Mientras tanto, los hijos de Isaí trataban de impresionar a Samuel, el ungido pastoreaba ovejas. ¿Isaí no se dio cuenta que David no estaba presente? ¿Por qué ninguno de los hermanos hizo mención de David? Sencillo, disculpe, no quiero ser prejuicioso, pero creo que el pastorcito estaba siendo subestimado y menospreciado por su propia sangre. Ninguno creyó importante que David estuviera en la elección del rey. Ninguno sabía que el rey a elegir era el subestimado David. No sé si existe una persona en la tierra que no haya experimentado el sentimiento de no ser tomado en cuenta. No uno que yo conozca. Usted en más de una ocasión no fue invitado al cumpleaños de un ser querido. A la toma de nuevas decisiones de su congregación. La invitación de la boda de su amiga nunca llegó. Su cónyuge no creía importante que eligiera los muebles de la casa, el color de la pintura, el mueble de cocina. A su esposo no le importó tomarla en cuenta para elegir el nuevo auto. Su hijo no creyó importante que estuviera en la presentación de la obra de teatro de la escuela. Cuéntele a David como se sintió y el podrá entenderle perfectamente. ¿Por qué a nadie le importó que David no estuviera presente? Porque nadie creía que Dios podía tener planes con él. ¿Qué vio Dios en David? Primero, lo que Samuel, Isaí, los siete hermanos de David, usted y yo no seríamos capaces de ver. SU CORAZÓN. Y segundo, SU VALENTÍA. ¿Recuerda? El oso, el león, luego un gigante llamado Goliat. ¿Qué haría usted enfrentado un oso o un león? O ¿un gigante? Bueno, la verdad que los enfrenta todos los días; todos tienen nombre diferente. Se llaman desmotivación, desprecios, burlas, rechazos. Cuando yo planteé la idea que quería escribir un libro sobre los llamados de Dios ¿cree que se amontonaron a darme abrazos y felicitaciones? No. A excepción de mi esposa y mi mejor amigo Oscar, nadie más.

Cuando usted fue colocado en este planeta no traía nada; venia completamente desnudo, pero en su corazón Dios había colocado un propósito. No uno suyo, uno de Dios. ¿Recuerda a Dios en el trono viendo a David? ¿Me creería si le dijera que Dios lo observa de la misma manera? Será mejor que lo empiece a creer. No piense en sus limitantes porque Dios da los recursos. No piense en las aprobaciones de sus seres queridos, a lo mejor en ellos encontrara obstáculos. No piense en los rechazos recibidos, porque cuenta con la aprobación de Dios. Dios lo ha llamado no por lo que los demás ven en usted, sino por lo que Dios ve en su corazón, y a lo mejor encuentre el mismo corazón que vio en el pastorcito que se convirtió en guerrero, mata gigantes, salmista, rey, y un hombre conforme al corazón de Dios.

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
1. Samuel 16:7


¿Le motiva esas palabras? Le creo. Dios siempre tiene un llamado para todos nosotros. Ah, por cierto, si gusta, hable con Él; Dios lo está observando a usted ahora mismo.

viernes, 4 de noviembre de 2016

DIOS ESTÁ BUSCANDO VERDADEROS ADORADORES




Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera (Juan 4:23 - NTV).

Dios quiere tomar su lugar en las naciones y lo quiere hacer a través de su iglesia y ¿por qué quiere tomar algo que es de él? ¿Y por qué Dios sigue buscando los verdaderos adoradores?... inclusive hay muchas interrogantes por eso pido al Espíritu Santo que te revele mientras lees este artículo que estoy tomando del libro: DIOS NO TIENE FAVORITOS, TIENE ÍNTIMOS - Marcos Brunet.

Cuando ORAMOS, nosotros buscamos a Dios, pero cuando ADORAMOS es ÉL quien nos busca. Dios busca los verdaderos adoradores. “adorador no es el que canta o toca un instrumento sino el que está cerca de Dios”. Adoración es un ESTILO DE VIDA, pero también es UNA RESPUESTA A LA PRESENCIA DEL PADRE. Por eso cuanta más intimidad, más revelación y el resultado será más placer al Padre y más comunión entre el cielo y la tierra.

Mientras leía el libro entendí que la iglesia es un pedacito del cielo en la tierra y el que se acerque tiene que ser afectado y transformado ya que nosotros sus hijos somos los embajadores del reino y como tales tenemos la protección y seguridad divina, aunque el mundo se derrumbe. Él quiere formar nuevos hábitos y costumbres según los principios del cielo generando una cultura propia trayendo el Reino de los Cielos a la tierra como enseñó Jesús “… hacer en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10). “… el sueño de Dios es cambiar la cultura y no adaptarnos a ella, quiere cambiar nuestra forma de cultuar (adorar) y formarnos con una cultura de acuerdo a su reino” y ése es el modelo que Dios quiere para su iglesia.

Dios no solamente quiere que nos acerquemos delante de él con un corazón humillado, Dios está buscando que sus verdaderos se inclinen físicamente delante de él, pide perder la timidez, la inmadurez, la inseguridad, quiere que estemos cerca de él, en intimidad y logremos desarrollar hábitos y costumbres que agraden a él. Es lo que Dios está reclamando, es lo que Dios quiere de sus verdaderos.

El cantar canciones en la iglesia apoyados por las letras y hermosas melodías nos limitan a ser auténticos. Pide sacar la hipocresía y sembrar la autenticidad, sembrar la originalidad y sembrar la santidad, no estoy diciendo que está mal lo que estamos haciendo, lo que quiero decir es que dios está pidiendo es “que la vida de adoración sea una nueva aventura y cada día o al menos en cada reunión haya algo nuevo, y desarrollemos la espontaneidad y corresponder a lo que Dios pide: canten a mí un cántico nuevo”. El cántico nuevo, más que una canción, debe hablar de una vida que deja fluir cosas nuevas y genuinas de Dios a cada instante “…una canción se escucha, pero una vida apasionada, libre y espontánea se VE y contagia a los que están cerca para que confíen en Dios”.

Una parte del libro habla que nosotros “necesitamos ser íntimos de Dios al punto que siempre que nos acerquemos a su ámbito y los ángeles nos reconozcan, nos dejen pasar diciendo:  ahí está el hijo querido del jefe y a la vez seamos una amenaza para el enemigo, que haya una foto tuya en el infierno que diga - ¡se busca! ¡este es peligroso!”. Para esto Dios está en busca de los verdaderos.

Dios pide que dejemos de cantar cánticos preseleccionados, nosotros los adoradores hagamos un esfuerzo, un sacrificio en buscar su rostro del Padre, busquemos encontrarnos con él cara a cara quien nos pueda revelar los sonidos del cielo, las melodías del cielo para que traigamos a la tierra. Sé que esto parece duro, pero te animo a que dediquemos más tiempo a buscar más de él.

Quiero terminar con algo que me marcó en el corazón: de acuerdo a lo que se cultiva (hábitos y costumbres) y según el culto de un determinado pueblo, es lo que determina su cultura. Según el tiempo y honra que le dediques determinas tu cultura.

-       Si le dedicamos tiempo y honra a cuidar nuestro cuerpo seremos físico culturistas
-   
Espero que Espíritu Santo te revele y te diga a qué le dedicas TIEMPO y HONRA, a quién le rindes culto.

Si la adoración es enfocada en Jesús cambia el objeto de culto y se desarrollan nuevos hábitos y costumbres según los principios del cielo para agradar a esa persona adorada, afectando la cultura.


Seamos los embajadores del reino: “que haga su voluntad en la tierra como en el cielo”.